¿Qué es un electrocardiograma (EKG) y cómo se toma? ¿Sabías qué un simple EKG podría salvarte la vida?
Aunque muchos no lo crean, las enfermedades del corazón están entre las causas de muerte más frecuentes a nivel mundial.
Se estima que cada año mueren alrededor de 18 millones de personas por afecciones cardíacas, superando con creces al cáncer y la diabetes; de igual forma, el número de diagnósticos por enfermedades del corazón va aumentando día con día, y actualmente más del 40% de la población posee anomalías coronarias.
La prevención temprana y el tratamiento son cruciales para frenar la problemática que llevan las enfermedades del corazón, y para ello tomar conciencia sobre la importancia del diagnóstico es la mejor opción.
¿Quieres empezar a tomar conciencia sobre las afecciones coronarias?
Sigue leyendo este artículo, porque a continuación conoceremos los aspectos más importantes de uno de los estudios predilectos para detectar enfermedades cardiacas.
¿Qué es un electrocardiograma?
El electrocardiograma, también conocido por las siglas EKG o ECG, es un estudio médico capaz de registrar las señales eléctricas del corazón.
Con este examen, los profesionales de la salud pueden detectar rápidamente problemas cardíacos y afecciones relacionadas con el sistema cardiovascular.
La actividad eléctrica registrada se obtiene desde la superficie corporal del paciente, y luego es representada de forma gráfica en un papel gracias a una máquina llamada electrocardiógrafo. En dicha representación, se pueden observar diferentes ondas, las cuáles simbolizan los estímulos eléctricos de las aurículas y los ventrículos.
Tipos de electrocardiograma
Aunque siempre se emplee el electrocardiógrafo, es posible realizar diferentes tipos de electrocardiograma, como, por ejemplo:
- Electrocardiograma de esfuerzo: Muestra cómo funciona el corazón cuando está en plena actividad. En este EKG la persona es sometida a realizar actividad física mientras se le realiza el estudio cardíaco.
- Electrocardiograma estándar: Este ECG se hace con la persona en reposo, normalmente acostada en una camilla. Aquí no hay actividad constante, ni se busca evaluar el funcionamiento del corazón cuando el paciente realiza esfuerzos físicos.
- Electrocardiograma de 24 horas: Con este electrocardiograma se registra la actividad eléctrica del corazón del paciente por 24 horas. Este monitoreo muestra actividad cardíaca durante un día y una noche, y popularmente es conocido como “Holter”.
¿Para qué se toma un EKG?
El EKG es un procedimiento cardíaco empleado por los profesionales de la salud para detectar posibles afecciones cardiovasculares.
Es uno de los mejores métodos no invasivos (y tampoco dolorosos) para diagnosticar enfermedades o anomalías referentes al corazón; y sin importar la edad o el sexo del paciente, el electrocardiógrafo será capaz de indicar cualquier problema registrado en el estudio, como por ejemplo:
- Arritmias cardíacas: Una condición que afecta los latidos del corazón; haciendo que estos sean irregulares, registrando latidos demasiado rápidos, o demasiado lentos.
- Arterias coronarias: Enfermedad que ocasiona un daño en los vasos sanguíneos del corazón, que provoca un angostamiento en las arterias coronarias y que estas limiten la irrigación sanguínea hacia el corazón.
- Funcionamiento de un marcapasos: El marcapasos es un dispositivo eléctrico qué es implantado en el paciente para que controle el ritmo cardiaco.
- Antecedentes cardíacos: Afecciones cardiacas que ha sufrido el paciente, y que podrían estar ocasionando cambios en el sistema cardiovascular del mismo.
¿Cómo se toma un EKG?
El proceso de realizar un electrocardiograma es realmente sencillo, y además toma muy poco tiempo.
Al momento de entrar al consultorio, y dependiendo de si será un electrocardiograma estándar o de esfuerzo, deberás recostarte, o subirte a una caminadora.
El profesional de la salud colocará sobre la piel varios electrodos en el pecho, brazos y piernas; dichos electrodos funcionarán como sensores, y serán los responsables de registrar la actividad eléctrica del corazón.
Luego de esto, los electrodos se conectan a una máquina, el electrocardiógrafo; en este punto la persona espera acostada en la camilla, o empieza a usar la caminadora.
Después, la información suministrada por los electrodos es representada en un papel por el electrocardiógrafo; y de esta forma el profesional posee una lectura completa de la condición del paciente, teniendo conocimiento sobre posibles afecciones en su corazón.
Y así de fácil se toma un EKG.
Lo más impresionante de este estudio no solo es su eficacia para detectar cualquier tipo de anomalías en el sistema cardiovascular, sino que solo dura unos 3 minutos.
Cuéntanos ¿Ya conocías este examen cardíaco?
Recuerda leer nuestras entradas anteriores para seguir disfrutando del mejor contenido sobre ciencias de la salud.
Recomendado: ¿Qué es la nutrición celular?